Adoro el sonido de tu palabra,
el brillo de tu piel de bronce,
la luz escarlata que alumbra tu boca.
Subo a ti en el camino de tu vida
a menguar el deseo de abrazarte,
como apresando el aire evasivo,
como atrapando el paso del tiempo.
Eres el viento corriendo libre;
eres el tiempo que nunca alcanza.
Eres como la bestia que nunca ha sido domada
porque solo el valiente se atreve a amarte.
Ay, amor, ojalá no fueras amor
y no me encantaran ni tu voz
ni tu piel ni tu pelo. Y me miraras
en la lejanía con el deseo del tacto,
con la ilusión romántica.
Pero ya eres amor, y no me ves
con ilusión ni con deseo,
y a mi ya me encanta
tu voz, y tu piel y tu pelo.
- Autor: Aarón Kráuss (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2014 a las 23:20
- Categoría: Amor
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Aveces puede mas el corazón que la razón. Me gusto la lectura.
Saludos.
Siempre son hermosos tus poemas de amor amigo Aarón
Saludos de amistad de Críspulo
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