COMO NOVIO DE TODA LA VIDA
IBAMOS ELIGIENDO BALCONES Y JARDINES
DE LAS CASAS QUE HABIA POR LAS CALLES DE MI BARRIO.
POR MOMENTOS
TU MIRADA INDIFERENTE SE PERDIA
Y SOLIAS DARLE DE COMER DE TUS MANOS
A LAS PALOMAS, LAS MIGUITAS DE PAN QUE TE QUEDABAN.
Y ASI ME SENTIA YO,
SIN DECIRTE NADA COMO ESAS AVES DE LA PLAZA
COMIENDO DE TU MANO
LAS MIGAJAS DE AMOR QUE TE QUEDABAN.
EDUARDO AGUIRRE
- Autor: [email protected] ( Offline)
- Publicado: 13 de septiembre de 2014 a las 02:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Todos estaremos algún día en las puertas del Cielo donde el amor es verdadero amigo Ojedaeduardo..
Un placer haber leido tus bellas estrofas...
Un saludo de amistad de Críspulo
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