Nose

mateoserafini

Gracias a la pena, el consuelo es este suelo

Y el alivio un delito que marca el fin de un ciclo.

Ando perdido en un círculo, vivo de duelo

Hablo con el cielo o con una pesada almohada,

Mientras me arrebatan noches que no pasan,

Desde una cama ancha sin baranda, veo un abismo

Que separa falta de cobre, a un hombre

Sin escrúpulos que para colmo recibe alabanzas.

El techo aplasta a los reclusos que solo miran

La fachada, el abuso se hace aplauso

Y el tumulto anda al acecho con el pecho de hielo

y recelo por lo que no es suyo.

Veo al diablo sobre mi lecho, sufro de un eterno ayuno,

Le susurro a la muerta (dame otro minuto).

Me escurro en disgustos si la suerte es mi cianuro,

Si vivo y no me curo, hasta mi escudo es oscuro,

Yo soy un mono filósofo, un gnomo gigante y mudo,

Solo un instante de arte que decoro.

Me arruina un entorno falso y por el tallo mi llanto

A base a de espanto, si el encanto no se ve al tacto.

Arto de cuerpos de plástico, lo interior es un ático

De asfalto que se adorna con joyas y alhajas.

Necesito escapar de otra jornada, irme en un barco

A improvisar comida de olla, con lo que alla,

Vaya a donde vaya, no son agallas, son yagas en el alma que empujan

A buscar una cura, a eludir esta locura, a saltar vallas ,

A afrontar lo que me asusta.

La burbuja se pinchó con la lectura, apareció

En forma de dudas, de blusas que eran estufas,

Plumas rotas y hojas con arrugas, sobre excusas confusas

En un alma desnuda.

Curando suturas, aún inconclusas, la causa,

Ser una mente intrusa que empeora en un presente sin pausa.

  

 

No soy más que esa cadena de sucesos que condenan,

Eslabones tiemblan, siembran ideas con tanto peso,

En pleno progreso, solo un reflejo de la colmena,

Me alejo y la tristeza se manifiesta

Con un andar lento, danza su pollera

Masticando lágrimas de tinta, genera calma

Las palabras resucitan, alivian el alma,

Única arma que libera de la farsa.

Si dios es azar, es llorar y reír por volver a empezar

(como un rey sin nada que perder),

El después es un pez, que nunca se pesca,

Siempre cerca, pero nunca llega.

Esto es un sueño que no se despierta,

El sentido se busca pero no se encuentra,

Solo se hurga en emociones sin condiciones

Y en rincones de canciones que son Dioses.

Me incentiva una noche sin pesadillas

Y algunas risas de un recuerdo que hace cosquillas.

Se medita bajo el calor del frío de un río,

Yo río de prejuicios que quitan el juicio,

Se limitan y me marginan por un cuatro por cuatro

Y esta voz afónica que es regalo de la vida,

Que grita en busca de una razón de existencia,

De una sensación que valga la pena.

 

 

La vida es la condena que termina en la lápida,

Solo respira suerte y salí de esa fila (de esa grilla)

Que la muerte no avisa cuando avanza.

Mientras veo garras que atacan por la espalda,

Almas encarceladas que pagan aranceles

Y para no ser menos el resto de amolda,

Estorban las sobras que no se asombran (por una rosa).

Yo sigo ajena, sincero; espero convertirme en viento

Con solo mover los dedos. Voy y vuelvo, vuelo,

Hablo con mi abuelo, vivo preso

De tropiezos, de torpezas.

Solo veo piezas que no piensan, muchas vueltas,

Pocas rectas bajo secas que me envejecen;

Cuestas que crecen, que naces y perecen;

Reglas que son rejas, que se aceptan sin quejas.

Herejes me mandan a la hoguera, se esconden tras

una silueta hueca y forman parte del rebaño.

Este síntesis es mi tesis anti engaños,

Tres años que fueron mil éxtasis,

Una sinopsis del daño que trajo más de un desliz,

Hasta psicosis de ver tantos maniquís.

(para sobrevivir) tengo esta prótesis en el corazón,

Una hipnosis que me desliga de la razón.

Hoy me refugio en la catarsis hacia mi catequesis,

                                       Énfasis en la metamorfosis de un elixir.

  • Autor: mateoserafini (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de septiembre de 2014 a las 05:25
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 64
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