RETOMANDO EL VIENTO DEL QUE ME HABÍA SOLTADO

Retomando otra vez las letras del viento,
llevando agua al desierto
y buscando el manantial en todo momento
para saciar mi interminable sed.

Haciendo de mi vida, minutos de santas melodías,
gozandome en la presencia divina (Jesucristo)
y disfrutando del verdadero amor cada uno de mis días.

Lloro, canto, rio, me integro en los silencios,
infiernos, veranos desesperantes, otoños amados,
camino con piedras y obstáculos
el corazón corre y lucha esperanzado.

Soplando para hacer sonar la trompeta,
aprovechando la escasa voz que me queda,
los minutos no son eternos en esta tierra
el tiempo corre hasta que mi Rey venga.

Las alas se deshidratan, los días desmallan,
las noches abarcan mis horas
mi sueños caminan por los tiempos del antaño,
la esperanza varia, viaja al pasado y se devuelve al futuro
pero nunca se va de mi que soy su cama.

El tiempo desliza por los albores del mar,
mis fuerzas se acaban cada tarde, pero renacen cada mañana;
mi hermoso Padre y divino Rey, siempre me acompaña
incluso cuando me quedo bajo el aguacero
y regreso a mi morada cuando escampa.

Campamentos que nunca paran,
mi mundo mi vida cansa, pero el amor sublime
con el que vivo nunca se acaba.

Me había dormido y termine siendo llevada por las olas del mar

pero ahora despierto y decido volver a correr,

vivir mis minutos como un amanecer de esta noche eterna,

huir del verano y disfrutar mi horas por el paisaje del otoño...

Mi mundo se fundia en esta historia, gritando socorro,

pero ahora corro y grito, canto sonrio y la noches me las gozo