Es nefasto esperar el sol cuando los cielos lloran y el mar se lastima con la sal que reabre las heridas, cuando el relámpago es el único rayo de luz que se ve a través de los ventanales rotos de un sitio o de ninguno.
He refunfuñado al olvido por alejarse de mí, y la soledad me ha acogido entre sus brazos tal cual retoño florece enfurecido entre la sombra de oscuros latidos que se convierten en un galopar convaleciente de perpetua agonía.
De la sombra he renacido como el ave fénix de sus cenizas, el polvo se me ha adherido entre el cabello que hoy dejo en el suelo como esos pensamientos que me acribillan sin piedad. Quizá sea su risa victoriosa lo que inspiró a las letras salir, quizá las caricias nunca sentidas en un cuerpo tan frío como la nieve; tal vez de sueños he vivido yo entre historias que son de todos y de ninguno, de esas que se leen con fanatismo y se convierten efímeras como la letra sin rima que alguna vez dijo.
La rosa que crece en un páramo que nunca ha de llegar, se hizo clavel azul en un pasto marchito y sin color. Hasta las ratas se suicidan en el callejón por el motivo sigiloso en el que se fue, impaciente e introvertida, de amor y sus juegos.
- Autor: Sue P (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de septiembre de 2014 a las 13:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Hermosa la prosa literaria que has escrito amiga Sue P...
Muy grata la lectura de tus letras...
Saludos de amistad...
Críspulo Cortés Cortés...
El Hombre de la Rosa...
Mi querido lector, agradezco que me leas. Es un honor poder llegar y que se aprecie mi trabajo.
Saludos de amistad, Sue P.
Muy hermoso y reflexiva prosa, con sentimientos profundos, mi saludo.
Muchas gracias.
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