Sangre oxidada...]
- Nada es para siempre-
...y siempre es inevitable
caer
al exilio del propio pulso
y envenenarse
con la sangre,
pulsar el corazón con analogías del amor,
soñar con los latidos más allá del universo,
chocando el destino con una grave explosión
-un agudo sentimiento nos separa a los dos-
no lo veíamos venir,
ni la necesidad de...,
caer en nuestras mejillas,
era invisible
ver el sentido del cielo
derramándose
por ese festival de sombras tan fúnebres e hirientes
nos arrancó el alma del cuerpo,
y cayendo,
cayéndose
derramamos los ojos
al silencio de los
colores amargos...,
gris es...,
ese cielo azulado
abrumado de estrellas
puntiagudas,
la noche comprime sombras
-juntos los dos
un beso
apretó
el sentimiento
al pecho,
sentimos el universo ahogar nuestras penumbras y penurias
a desgarrar ese dolor que tanto nos aleja con el tiempo...,
-una necesidad, un sueño-
ver y sentir a las estrellas
volar con las mariposas,
juntas llegar al sol,
y éste le de su bendición...,
mañana ser luciérnagas,
para inventar
"la esperanza"
en los frutos del árbol
que infelizmente siente
la sequía
de los sentimientos
que va soñando
de fruta en fruta
el amor que alguna vez
fue más
que una palabra-
-El sol no dura para siempre, y en los hijos, pequeños hijos, hay pequeñas luces que aún le dan vida al silencio de las sombras- la noche.
- Autor: Joel Parra (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de septiembre de 2014 a las 14:59
- Comentario del autor sobre el poema: Un instante fue más que un segundo, fue toda una eternidad...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 71
- Usuarios favoritos de este poema: Sara (Bar literario), Yolanda Barry, estefania22
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