1. GERMINAMOS CON ATRIBUTOS
Del océano tienes hebras del alerce
que a sus flancos lejanos se yergue,
Venas y carne del tiempo
de las mareas trabajando la piedra.
El astro multiplicado por la furia del agua
pinta olas rojas.
Todo vive tras tu sombra coronada
de plumas en la faz de Selene.
La espesa miel de panales rurales
envuelven flores que nacen en tus uñas de follaje.
Arpas de cuerda tensa
como una bandera que en filamento
configura la amalgama de tu cuerpo planetario.
Pero nada dice amor el viento del llanto
en la copa acumulada.
Ni el desarrollo en fusilerías de otoño,
ni las dignas repúblicas anidando tu cabellera,
ni los verdes ríos, ni las camisas blancas,
ni las boinas celestes
sobre girasoles renovando su faena.
Refutamos presagios de inviernos
enlazando las manos con dedos de oro.
Apareamos la piel con la sangre
hasta calcinar el frío en las hogueras de Piro
y germinamos con los atributos palpitantes del estío.
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¡ Esta noche puedo escribirte el mejor poema de amor ¡
Puedo escribir
que tu risa de luna llena nace
del vientre del espacio oscuro, de donde emerge y mira.
Mira hacia mi boca con deseo de estrella,
reluciendo como tus dientes amantes, mortales y asesinos,
impúdicos de belleza.
Tus ojos inauguran la fiesta de la noche y
los astros salen a pasear el cielo,
reflejan en los mares y los ríos,
el brillo perlado de tus ojos nacarinos y
el papel transparente de tus párpados ilumina el telón de la noche.
Puedo escribirte
que los planetas conjuran con las estrellas
y tejen una sutil telaraña de blanco marfilado
con cada letra de tu nombre.
Que el beso fugaz de una nova,
enamora al vientre del crepúsculo y se hace beso eterno,
mientras Marte corteja a la Tierra en tu nombre,
escribiendo una carta de amor con tu brazo flexible
de sauce con que abrigas mi cuello, y
de tu piel de guante de lana carne,
emperatriz de la caricia que derrite al invierno
Tu risa de clon de circo y el mohín acróbata
de tus labios en la cuerda floja del beso.
¡ Puedo escribirte el mejor poema de amor esta noche ¡
Pero no puedo escribir
a los genes perfectos de tu boca,
ni al jardín colgante de tu pubis
ni de tus ojos de abismo profundo
el destello con que ciegan,
ni que la noche se enciende
cuando cierras tus pupilas, y
se enarca la luna con tus cejas.
De tus manos de juguete…
¿ Qué escribiría ?
Y de la espera, compañera mia.
¿De la espera a tu lado?
¡ Como escribir que seria una vida ¡
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AQUÍ SE INCORPORA EL FUEGO
Aquí se incorpora amor
el fuego de tu espíritu,
tu monólogo de llamas
que no se apagan.
Aquí nace tu boca de agua,
océano de mi esclavitud,
cárcel de mis labios.
Feliz roja selva drenando
sangre purpura de barro...
Tu nombre escrito en la espuma
con la burbuja de la uva.
Nuestras voces son diálogo
en la cintura del ocaso
donde la luna tiene su alcoba
en los cimientes de los brazos.
Amor…
Antes que asomaran tus pies
habías provocado mi pasionaria sed
cuando en potenciadas olas
mojábamos exprimidos frutos nuevos.
El cielo llovía sobre las naves de este amor pirata.
Los campos nos circundaban
con riqueza de cereales
apretaban errantes madrugadas
hasta la nariz del sol asonante.
La mar de atestados bajeles
abrió dos columnas
donde plantamos una cruz de claveles
bañados en espuma bendita
Nos bautizamos con remolinos
y sales diurnas.
Hasta las ramas de origen natural
en sus manos traían
hojas verdes de laureles.
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HUMANAS SOLEDADES
De hace tiempo golpean las piedras largamente estiradas en el día.
Algunas en meteorito, las mas diminutas
en explosión matemática potencial, como
guijarros desprendidos de inexplicable mineral.
No son las rocas turbadas del cielo,
es la semilla brutal inserta en la cabeza de nosotros,
roperos ambulantes cruzando los genes y el mundo en los puentes descoloridos
Sin recuerdo que somos cuerpo y existencia
van nuestras ropas vacías de flojo destino, y
la obscena esclavitud de una amapola adicta sin futuro.
Con la marcha enterrada del soldado acobardado
a la frontera de los grises sin retorno
Como elaborados productos de consumo manufacturados
dejando un hueco y un numero por nombre.
Nace en nuestras sienes infartadas del día sin sorpresas, y
claudica nuestro corazón cenizo
como forastero de un alma ocupada por algún raid enemigo.
No hay mas piedras golpeando las testas,
sino la densa y gélida sustancia
de nuestra absurda apariencia sin bandera en las entrañas.
Con la muerte lenta y vergonzante que invade la humedad sin aire respirable,
de los huesos pesados ahogando los tambores de mitos olvidados y pechos abatidos
Desprendidos de músculos sensitivos y refleja respuesta,
con los tendones arrugados, la risa en dientes apretados.
Vestidos solo de ropaje y percha, sin nada de osamenta.
En la oscuridad sin salida vamos a los tropiezos y los tumbos.
Levantamos la cabeza y no hay nadie...
y nadie
es la soledad arpía como compañera.
Todos los derechos reservados en Safe Creative
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- Autor: RICARDO MARCELO ALVAREZ ALVAREZ LLANOS ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2014 a las 10:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Violeta
Comentarios2
Dos formidables poemas llenos de linda filosofia humana amigo Ricardo...
Muy grata su lectura...
Saludos de amistad desde Torrelavega...
El Hombre de la Rosa
gracias amigo críspulo. mis saludos de amistad desde gualeguaychú. argentina
WAOOO QUE BELLAS ENTREGAS NOS HAS PRESENTADO....MUY BUENAS ..BESOS
gracias violeta. besos
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