Que mal soporto el llanto,
esa expresión copiosa
a medio camino del desamparo
y la derrota.
Y lloran los soberbios
cuando en un suspiro
observan su orgullo herido
Y lloran las soledades,
en el desierto tumultuoso
de las ciudades.
Y lloran los enamorados
racimos de flores
negras, del negro del desamor.
Y lloran los estudiantes,
que tras una mirada a unos paneles rotos
se descubren desnudos, sin viña ni hogar.
Y llora el pobre
porque no tiene pan,
a poco le sabe la risa del rico.
Y lloran los niños
cuando el dolor
los retira de los juegos infantiles.
Y yo lloro y muero
en un llanto solidario.
- Autor: Adolfo Lisabesky ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2014 a las 12:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Buenos versos poeta, me gustaron.
Un abrazo
Gracias Boris, un abrazo
Hermosa tu poesia amigo Adolfo
Preciada la lectura de tus letras...
Saludos de amistad...
El Hombre de la Rosa
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.