La vida llama
Cortemos el dolor, consideremos
tijera la bondad del que resiste,
la tela de impaciencia que cubría
sus sueños, pero no su desespero,
cortemos la maldad, reconquistemos
la espada de la luz que abrió la noche
y en su oquedad de luna lanzó joyas
al vasto y maternal piso del mundo,
hermosa es la piedad del que acerca
a todos los caídos con su abrazo,
hermoso es que eso hagamos cada uno
sólo porque alguien gime en su abandono,
no tienen que pedirte que palpites,
ya lo haces y es muy bueno que recuerdes
que hay otros que precisan tu latido
para así resistir tanta miseria,
es bueno que a lo injusto pongas nombre
y plazo al hacedor de tanto golpe,
aquí no es solamente un no más llanto,
hay que arreglar las cosas para siempre,
que alcanzan para todos las estrellas
y el trigo de los campos y los peces
y el suelo en que millones se abigarran
mientras que en su palacio el rey se aburre,
no sólo pues calmantes a la viuda,
el nombre y el castigo a su verdugo,
no sólo el pañuelito a los ancianos,
el pan y la salud llene sus mesas,
la mano de los nietos, el amigo
que vuelve de la guerra y ya lo esperan,
no más que voluntades de abrir puertas
y nunca un paredón para el que es otro,
cada uno trae aquí su propia orilla,
qué océanos por ver traen al mundo,
qué bellos horizontes compartidos,
que falsa es la lección de amordazarlos,
que cese la maldad, afuera el lobo,
tendrá su estepa y carne y compañía,
no vino en vano al mundo si a la luna
le ofrece esos aullidos con el alma,
no quiero dividir la azul esfera,
hay sitio para todos en su aurora,
no quiero más dolor, no es para eso
que alguno nos fundó y nos puso nombres,
no es a vivir oscuros que vinimos
sino a ser repartidos con el alba,
a alzar las alegrías de estar vivos
y al muerto recordar honrosamente,
no es nada que no esté en cada camino,
en cada árbol frutal y buen molino,
vayamos a encontrarnos en la siembra,
vayamos a dejar de lado el odio,
que nos encuentre la mañana iluminados
y se diga qué bien, también yo vengo
a dejar mi oro en paz entre la gente,
a ser de la humanidad un fiel testigo,
vayamos con el sol, hay que abrigarnos
y es sólo despertar lo que nos falta,
hermanos, nos esperan en la mesa,
arriba, que es la vida la que llama.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
21 09 14
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de septiembre de 2014 a las 09:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, kavanarudén
Comentarios1
Gran poema has escrito hoy amigo Óscar...
Gratificante la lectura de tus versos...
Saludos de amistad...
El Hombre de la Rosa
Un honor como siempre contar con tu presencia, un gran abrazo, amigo mío.-
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