Un tercio de mi vida en tu existencia,
Y mi experiencia de vida se ha esfumado.
No encuentro remedio en mi vivencia,
Para charlar contigo a mi costado.
Por más que busco en los recuerdos,
De amor, de risa, de todo lo entregado.
Busco, reviso y no me acuerdo,
Si falle, que segundo, de que día te he fallado.
No busqué perfección para agradarte.
No vi más allá de mi pequeña.
Que la vida de ser padre, como arte
Te despoja, te da y así te enseña.
Mi libertad no quiero para ti,
Y que seas libre, quiero a la vez
Certera contradicción me aflige a mí
Será que está asomando mi vejez?
Un tercio de mi vida, que te empuja.
Ya la vida te llama, te deslumbra,
Con amor y libertad ella te embruja.
Ya no soy la llama que te alumbra.
No quiero que la vida con sus tretas
El amor me cambie, y me confunda
Ayúdame a sacarnos las caretas,
Y vernos en tu alma, tan profunda.
Tu padre seré, mientras la vida
La luz de tus ojos me regale,
Mi hija serás, niña atrevida
Aunque la parca con su hoz a mi me jale.
j.h.
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Autor:
oxibitue (
Offline) - Publicado: 9 de febrero de 2010 a las 11:59
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema nació en un momento dificil de la adolescencia de una de mis hijas...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 224
Offline)
Comentarios4
Ser padre o madre es hermoso. No solo les ensenamos a ellos, sino que ellos tambien nos ensenan a nosotros sin que nos demos cuenta. Muy lindo tu poema!
Que tengas mucha suerte!
Un abrazo!
Es difícil ser padre de adolescentes, si lo sabré yo, pero es fácil emocionarse ante tan hermoso poema.
un beso enorme
Sin duda no es fácil ser padre en determinadas edades de los hijos, donde la rebeldía es un continuo achaque donde hay que buscar fuerzas de donde sea .
Muy interesante tu poema amigo.
Cuídate, un abrazo.
Ahora que soy madre, entiendo a mis padres, cuando somos adolecentes no llegamos a comprender la magnitud de las cosas, de los peligros, queremos comernos el mundo a mordidas, queremos exprerimentar vivencias nuevas, en fin, hasta que no vivimos en carne propia las cosas no las comprendemos...
Hermosas tus palabras amigo, y ya me tocará vivir todo eso cuando mi hijo llegue a la adolecencia, jaja.
UN beso
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