Es imposible que deje de dolerme nunca,
Se impregno en mí,
En mi carne, en mi pecho, en mis labios,
En mis sesos, en mis grandes ojos,
La nariz que mordías, y mi mente enloquecida.
Duele en la mañana somnolienta
Del café que preparo.
Sin darme cuenta, Terminó preparando el tuyo
¡Tantas veces pasa!
(Una de café, sin azúcar, ni leche, ni nada)
Y termino bebiéndolo amargo… sin ganas…
Duele hasta cuando no te pienso,
Hasta cuando la luz de mis ojos se apaga
En la oscura penumbra de la noche,
Y creo que ah de terminar otro día de ti,
De tu ausencia silenciosa,
De la ausencia misma a la vida…
¿Dejar de pensarte?
La idea ya irreal, se cuela por mis sueños,
Donde estas como en todo,
Y te siento más que ayer,
Y te veo, nos encontramos,
Vuelves, no escapas, y te quedas,
No se habla, se rompen las palabras,
El respirar no duele, tu tacto no lastima,
Me recuentro, te amo…
Y me amas….
Cuando llegue la mañana
Te recordare entre sábanas
Y la luz que se cuela hasta mi alma
Ara que sienta la esencia de tu ser,
El calor tuyo que me falta.
- Autor: Necro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de septiembre de 2014 a las 17:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: , Antonio Manuel Pereles, Maga11
Comentarios1
Muy hermosas.
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