Estimados amigos de Poema del Alma: Debido a vicisitudes muy extensas de relatar me vi alejado de la página, hoy intento regresar, paulatinamente iré subiendo algunos poemas que ya publiqué, por lo que les pido paciencia, pues es por ahora todo lo que puedo hacer, gracias por vuestra comprensión.
Te enamoraste como una colegiala
creyéndote las novelas de la televisión,
con final feliz y torta de bodas.
Y te entregaste toda.
Hasta abandonaste los estudios
para poder estar a su entera disposición,
y competir con tu rival,
amándolo cada día más.
Luego recogiste la cosecha de tu estupidez.
Nada que cueste tan poco es apreciado,
y el sujeto de tu amor no era un hombre,
tan sólo un galán, (un pendejo que sabía hablar).
Te abandonó, y aprendiste el dolor.
El dolor es el mejor maestro,
el dolor enseña lo que no enseñan los colegios,
y la soledad es la mejor compañía, (te deja pensar).
Buscaste algo que hacer y te pusiste a trabajar.
Al principio arrastrabas tu alma, pero en el día a día,
envuelta en las tareas cotidianas,
comenzaste a crecer como mujer y retornaste a estudiar.
Se despertó tu interés por algunas ciencias,
aprendiste nuevas técnicas y muchas cosas de la vida,
otras personas te ayudaron y enseñaron
a vivir igual a pesar de las heridas.
De a poco tornaron a crecer tus alas,
y pudiste volver a amar;
aunque ahora lo haces de diferente manera:
Ya no te das entera.
Hoy sabes la diferencia que hay entre el amor y el querer,
que se puede desear sin estar enamorada,
que se puede no querer estar con la persona amada,
porque no vale, porque no sirve para hacer feliz a una mujer.
Hoy comprendes que la voluntad lo es todo,
que hay relaciones limpias y tranquilas que satisfacen más,
que el romance novelesco es fantasía,
que sólo sirve para vender publicidad.
Que enamorarse es cuestión de hormonas,
que no se encuentra la felicidad,
(que hay que construirla, fabricarla entre dos o más),
que no conduce a nada amar
sin que te amen con un amor igual.
Hoy comprendes mucho, tal vez no todo;
pero lo que sabes ya es suficiente para enfrentar la vida,
el dolor, los desengaños, y aprendiste a disfrutar
las alegrías justas que te regala Dios.
Hoy posees el coraje y la fuerza que se requiere
para triunfar y ser y hacer feliz, con quien quieras y como sea.
Y, aunque te falte caminar,
ya te cabe llevar el cartel de “Mujer”,
no sé si perfecta, pero sí: “Mujer Total”.
¡Ah!, y no te olvides: ¡No te vuelvas a regalar jamás!
- Autor: Raúl Daniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2014 a las 13:59
- Comentario del autor sobre el poema: Esta historia (real) que hoy les entrego tiene un final feliz, la protagonista ya está cerca de recibirse de licenciada, pero no quiere que publique su nombre..
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 157
- Usuarios favoritos de este poema: Lincol, El Hombre de la Rosa, Poemas de Pepita Fernández, , Hugo Emilio Ocanto
Comentarios7
Bello tu poema y me alegra que tenga un feliz final, un placer leerte Raúl, abrazos.
Gracias Nelly!.. Un abrazo fuerte!!
R_D
Historias que se ven a diario amigo, saludos.. y no hay más que ver hacía adelante. 😀
No importa su nombre amigo Raúl cuando plasmas con tanto amor la belleza de ser mujer...
Muy agradable la lectura de tus letras...
Saludos de afecto y amistad...
El Hombre de la Rosa...
Y tan real amigo, son letras que seguro se han vivido en algún que otro lugar, un abrazo.
¡Claro que sí, amigo!!
Gracias por comentar!
Un gran abrazo!!
R_D
Opino lo mismo que Nelly, Raúl.
Un abrazo.
Hugo Emilio.
Muy hermoso poema, mi querido hermano Raul, que bueno que esta vez tenga un buen final, un abrazo
Raúl,el nombre no es lo importante,sino como la vida enseñó a esa adolescente a crecer,a darse cuenta de que hay amor y querer,amigos y conocidos.
Felicitaciones por estas líneas. Ines Ine
Si tú supieras cuan grande es mi felicidad de poder acompañar a esta joven en su crecimiento!
Un verdadero regalo de Dios!
Gracias Ines por comentar!
Un beso..
R_D
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