_Tengo sueño, ¿qué hora es?, con todo esto que pasó perdí el apetito. Voy a recostarme un rato o a tocar el piano, seguramente debe haber un piano en el tren, voy a…
_ Hay un piano, solo hay que llenar un formulario…
_¿Qué tan lejos va este tren?
_Nadie lo sabe.
_Tú lo sabes.
_Lo imagino…tú no me amas.
_Te quiero hasta que la muerte nos separe…
_jaaa, esa estuvo buena.
_Tú eres el dueño de este tren.
_Shhh, no, no soy el dueño, soy solo un pasajero más. ¿Tocarías el piano para mi?
_Si lo haría por ti, aunque no toco bien, solo algunas cosas.
_Aquí todo es posible, yo “nací sin orejas” y sin embargo puedo escucharte tocar el piano. Me gustaría invitarte a cenar, yo cocino.
_¿Tu cocinas?, tu eres el dueño de todo esto.
_No, no lo soy, nadie es dueño de nada ni nadie, nadie puede retenerte aquí.
_El amor debe ser libre
_Hay teorías, ecuaciones…cada uno es uno mismo y solo el deseo mutuo hace que el sueño sea único.
_¿Sueñas conmigo?
_Sueño que te sueño ¿y vos?
_Eres muy intrigante…y amable y mujeriego.
_Solo trato de subsistir, sobrevivo…¿qué tan lejos quieres irte?
_Donde nadie me reconozca, donde las flores no se sequen.
_Debo escribir todo lo que siento.
_Y yo dibujarlo.
_Entonces dibuja una playa, un mar y palmeras.
_Debo dibujar un hombre y una mujer…
_¿Qué es el amor?
_¿Qué es la soledad?
_Nadie tiene la felicidad comprada, hay que buscarla, hay que soñar y perseguir esos sueños.
_Claro para ti es fácil subirte a este tren y viajar y viajar…
_Tú estás en el mismo “barco”.
_Tú me trajiste…
_Solo quise que seas mi compañera.
_Si, hasta que la muerte nos separe…
_No, solo hasta que el tren se detenga.
_¿Sabes por qué las estaciones son siempre idénticas?, porque son siempre las mismas, estamos viajando en círculos y círculos, en espirales.
_No exactamente, hay un programa, la máquina está programada con la sucesión de Fibonacci, se pueden hacer correcciones, un oportuno cambio de vías.
_Estás loco????
_No, solo te amo demasiado. ¿Quieres comer uvas?.
He sido cuatro caminos
y al recorrerlos
le fui dando su nombre,
a uno lo he llamado Norte
y este me miraba con sus ojos negros
y al caminarlo pude saborear
a la vera sus uvas…
A otro lo he llamado Sur
porque al caminarlo
llenaba mis ojos de campo,
espigas color oro y cielo azul.
Al tercero lo llamé Oeste,
simplemente oeste
y sus ojos eran de color canela
como la tierra y sus elevaciones
y eran tan largas sus piernas
que debía yo volar sobre sus nubes.
Al cuarto lo llamé Este
y me miraba con los ojos de todos
y al caminarlo cada día
me daba la oportunidad
de nacer de nuevo…
Cada uno me ha dejado lo suyo
y a ninguno los he recorrido
aún en plenitud.
Y así han pasado los años
y la juventud se fue quedando
entre viejos y desordenados ladrillos
y todo fue cayendo, creando
esta armónica experiencia
de colores ocres y oxidados
a la que llamo POSIBILIDADES
Hoy me encuentro parado
exactamente en el nexo,
en ese punto crucial de la vida
donde uno elige ir hacia abajo,
hacia los lados o hacia arriba…
Dudas, sueños, recuerdos,
tal vez hasta rencores
y las ausencias adheridas
en los cuatro caminos cardinales,
sencillas razones para seguir
o quedarse a dormir
en una de las cuatro esquinas…
_¿Qué es el amor?
Ella se levantó me dio un beso y salió del coche hacia los privados. Mi “te espero” sonó hueco y se perdió a su espalda.
- Autor: gatoconbotas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2014 a las 14:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Manuel Pereles, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Esmuy hermosa la entrega sexta de tu hermosa historia poetizada amigo Gatoconbotas...
Un placer haber leido tus letras...
Saludos desde Torrelavega...
El Hombre de la Rosa
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