Manché mis manos de color rojo, un color que abundaba en mi pecho; y en cada gota derramada sentía que no me quedaba tiempo. Perdí mi orgullo, desprecié mi ignorancia, ¿A caso iba a morir en aquél húmedo lugar?. No podía moverme, sólo podía esperar… La fría noche nunca terminaba, solamente la luz de la luna menguante me alumbraba. Apenas podía respirar, el frío me inundaba, y cada vez veía más borrosa aquella semioscuridad que poco a poco se oscurecía mas, y mas…
Mis lágrimas goteaban por mi rostro, mezclándose con un suave y dulce sabor que permanecía en mi boca cada vez que vomitaba sangre, cuando el dolor abundaba. Cerré mis ojos para no ver nada, me pesaba el cuerpo y notaba una presión en mis oídos. Sentía punzadas en la herida de mi pecho, estaba mareado e inmóvil en el suelo.
Momentos después no sentí nada más. Aquél punzante dolor se había calmado, mis mareos se habían marchado y dejé de vomitar aquella espesa y oscura sangre. En ese momento me alivié y me di cuenta de que había muerto. Ya no sentiría mas aquél punzante dolor, ya no sufriría mas en aquella horrible situación.
- Autor: Gothik Leii (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de febrero de 2010 a las 16:14
- Comentario del autor sobre el poema: Espero que os guste mi prosa poética =) Narro una muerte imaginaria, como si la estuviera viviendo. Espero que les agrade =)!
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: AMANTE SILENCIOSO
Comentarios1
Sinceramente me gusta esta forma de hacer de la muerte algo tan simple como un suceso, pero al tiempo hacer de ese suceso un suceso tan importante.
Gracias ^^
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