Buscamos el amor pero a menudo
nos olvidamos del amor propio,
en la búsqueda nos extraviamos
entre senderos de carne,
pero somos las víctimas y verdugos
de nuestros deseos.
Amor como parásito,
viviendo dentro de estos amantes
eres tan débil,
vives de manera breve,
si no se te procura
de la manera correcta
mueres.
Al descubierto las heridas,
los gusanos devoran la carne
pero dejan intacto los huesos,
el amor eterno solo existe
en el recuerdo.
Por lo pronto
se siente bien no sentir nada,
alguien mas sera el otro clavo
que profane tu cuerpo,
y estos labios ya besaran otros labios,
y con el tiempo nos olvidaremos.
Es inevitable caer pero es imperdonable
no levantarse,
sabiendo hacerlo.
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Autor:
Cronista Ebrio (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 29 de septiembre de 2014 a las 02:31
- Categoría: Amor
- Lecturas: 227
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Offline)
Comentarios3
Tienes roda la razón amigo Paco, somos víctimas de nuestros deseos
Un gran abrazo
bambam
Nuestros deseos son nuestra carcel amigo...
Un placer la lectura de tu poema...
Saludos de críspulo...
El Hombre de la Rosa
Es inevitable caer pero es imperdonable no levantarse. Gracias por tus letras.
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