Estando sentado en la terraza de aquel local una mañana temprano viendo a la gente pasar, sumido en mis pensamientos mi mente no deja de divagar, ¿por que la vida es injusta y te aparto de mi sin esperar?
El sol cegaba mi despertar, y la brisa calentaba mi dignidad, no veía con la ceguera de mi pesar. de haberte perdido por siempre te fuiste para no volver jamás.
Ella cruzo con paso elegante, un porte majestuoso, como una reina pasea por su tablero de ajedrez, miro a ambos lados mas no me vio a pesar de la sonrisa que de mis labios salió.
Una Diosa entre mortales que a este mundo bajo a alegrar la vida de aquellos que otra vida perdió me siento en un limbo desde que tu ser apareció ante mis ojos y la vista me nublo.
Tú pelo ondeo con el viento, mientras tus ojos brillaban con asombro, una lagrima resbalo por tú mejilla poniendo un brillo especial en tu mirada.
Que le habrá ocurrido por que ese llorar al mirarme nada mas,sus lágrimas esa tez hacen brillar, quisiera ser su consuelo y ella el mío a la par.
Si ella estuviera a mi lado, menor sería mi pesar, ella me contaría sus penas, yo consuelo le podría dar y con suerte el amor entre los dos nacería, una gran pasión nacería y nuestro ser recorrería.
- Autor: antoncaes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2014 a las 14:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermosa tu gran prosa literaria amigo Antoncaes...
Un placer la lectura de tus letras...
Saludos de críspulo...
El Hombre de la Rosa
Muchas Gracias Crispulo. Un Abrazo.
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