Se abre el ajado rostro de la puerta;
un hombre espera al viento.
Sabe, como en secreto,
que sus ojos vaciaron todas las fuentes de la noche.
Siembra su violín
mientras la intemperie cae en el olfato de los gatos.
Tiene la sed lloviéndole ceniza.
En el leve mediodía come polvo de sol,
recorre su cansancio,
y pronuncia
ese nombre para siempre.
G.C.
Direc.Nac. del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de septiembre de 2014 a las 13:40
- Categoría: Amor
- Lecturas: 53
Comentarios1
Cora:
es como un homenaje que me haces, demasiado para mi; muchas gracias.
Bss
Gguiilleerrmmo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.