Ausentes latidos
de un pecho que no está
por lejos, por incierto
por correr tras el viento.
Mi amada, es solo eso
un punto en el firmamento
que solo en noches sin luna
puedo ver su fulgor.
Ese es mi amor
tan solo una luz
que algún día llegará
y en mis ojos, se pondrá a vivir.
Ellos brillarán soberanos
y mi boca dirá maravillas
que vestirán su hermosura
de pétalos y alas, que le llevarán.
A un cielo único
donde solo yo
pueda verle
y mis manos ceñirle.
De ese ideal
han de salir fulgores
en anocheceres de estío
y suaves brisas marinas.
Estará a mi lado
vestida de espumas
y nuestras miradas
se unirán sin palabras vanas.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de octubre de 2014 a las 16:35
- Categoría: Amor
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Blancalis
Comentarios1
Que bella experiencia de amor, ojalá tengas ese regalo siempre.
Muy bueno tu poema, me agrada tu forma de decir lo que sientes.
Un afectuoso saludo.
Debo confesarte que he vivido enamorado, hasta este preciso instante..., tengo la seguridad, que continuaré en ese estado, hasta el fin de mis días y hasta más allá de ese precario desenlace del amor que me lleva.
Te saludo con amplio despliegue de sombrero y una casi lamentable inclinación de cintura.
Esteban
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