No dejes a Caperucita
sola con el lobo,
cuando la oscuridad acecha
ella puede sentir todo.
No dejes a Caperucita,
no la dejes que hace frío,
y en ese rincón de la casa
necesita de tu abrigo.
No dejes a Caperucita,
o sufrirá las consecuencias:
va a odiarse, ¡pobrecita!
Por favor, no seas ingenua.
Y las cosas que debas hacer,
por favor, ¡postérgalas!
Pero no dejes a Caperucita
sola con el lobo...
- Autor: Vanesa Boidi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de octubre de 2014 a las 19:36
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 65
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