Amor
estás distante
y aún mis labios
guardan la cicatriz
de una rosa.
Se que eres mi estrella
que ilumina mis noches
agitadas por el recuerdo,
¿O fue la luz
la que cegó nuestros juramentos?
esa luz que ni en la tarde llega.
Mi vida
tuvimos horas tristes
pero también horas de placeres
y esta hora
no acepta imposibles.
En esta bella copa
que mi mano sostiene
bebo tu ardiente alma.
Escribiré en el cielo tu nombre
para leerlo
todos los días...
¿Cuál es tu ganancia
si le restas mis dolores?
Recuerdas cuando te dije
que el sexo
era uno de los temores
más bellos a vencer...
Regresa amor
cuesta reconocer
y tolerar el olvido,
si juntara tus sudores
haría un río...
Cómo quisiera que lloviera
para que el agua borre
mis lágrimas...
Miro como se va la tarde
rápida
como agua traída en canastos.
Quiero que tu mano
acerque a mis labios
una copa de amores...
Mi alma, no tolera tu ausencia
pareciera que tus penas
las guardas en una copa
créeme amor...
las mías, un bar rebasan.
- Autor: Fernando de Lira (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2014 a las 12:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 90
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Maria Hodunok., Marellia, Beatriz Blanca, Isis M, , Poemas de Pepita Fernández, Donaciano Bueno, DIAGO,
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.