No hubo pudor
en tus bellos ojos,
y en las madrugadas
recuerdo tus medias risas
y tus verdades ocultas...
Y como alondra herida
dormías en mi regazo
cansada y fría.
Qué nadie rompa este silencio
que nadie agite esta bella calma.
Mis ojos como espejo recuerdan
como giraba tu cuerpo
queriendo arrancar,
en las madrugadas...
Siempre buscando nuevas huellas
y siempre para mí
desiertas esperanzas.
- Autor: Fernando de Lira (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2014 a las 10:32
- Categoría: Amor
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Yolanda Barry, El Hombre de la Rosa, Beatriz Blanca, jarablanca, Maria Hodunok.
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