Unidos en una sola vos,
agradecidos de poder estar delante de ti,
clamando en oración rey de reyes y señor de señores,
clamando tu iglesia por un avivamiento
digno de gloria eres Jesús,
digno de recibir toda la gloria,
digo de recibir todo honor y honra,
digo de recibir toda alabanza,
ven ahora y desciende espíritu de dios,
desciende en tu esplendida forma sobrenatural,
haznos sentir tu presencia,
volando como el viento por nuestro alrededor,
entrando en nuestras almas y sanando toda herida,
desciende hacia tu esposa que guarda tu venida,
llena hoy nuestros corazones
ilumina nuestras almas con tu luz divina,
llena hoy nuestras mentes con gozo y bienestar,
ilumina nuestros caminos y aléjanos de las tinieblas.
dueño eres de nuestras vidas Jehová, todo te pertenece,
caminando en obediencia y amando tus mandamientos vamos,
tu nos amaste primero Jesús,
nosotros aprendemos a amarte día a día.
perdónanos por nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
desience espíritu de dios a nuestras vidas,
llenanos de Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad y fe.
Velamos en tu nombre Jesús
concédenos nuestras peticiones, inclina tu oído hacia tu iglesia,
tu que conoces los caminos de los buenos e impíos,
tu que aborreces la maldad, mira hoy nuestros corazones
y ve que son pensamientos de paz y no de guerra,
pensamientos de amor y no de odio,
pasamientos de alegría y no de tristeza,
habré la puertas de los cielos hacia tus hijitos amados,
y llénanos de bencinones y bástanos con tu infinita gracia,
Dios eterno, Dios misericordioso, Dios poderoso.
en busca de tus promesas caminamos,
obedeciendo a la ley conforme a tus mandamientos.
oh, magnifico Jesús, tu gracia recorre por nuestras venas,
no somos dignos de tanto amor,
por eso te alabamos Dios del cielo,
por los siglos de los siglos,
eterno Rey y Salvador. Amen
- Autor: Daniel Arias ( Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2014 a las 17:29
- Comentario del autor sobre el poema: Comenten!
- Categoría: Amor
- Lecturas: 99
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Comentarios1
Tierna plegaria, blancos deseos. Solo Cristo podrá salvarnos de tanta tristeza que algunos por si solos no podemos erradicar...
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