Dios me habla cada vez que deseo que lo haga. Él se rinde ante mis deseos porque son los suyos también. Deseo lluvia y rocas infinitas golpean mi alma. Deseo sol y un fulgor incandescente quema mis genitales, mi alma, mi sombra.
Desde los tiempos del fuego y las rocas desertamos de ser naturaleza --pensamiento-naturaleza, arte-naturaleza, política-naturaleza, ciencia-naturaleza... todo naturaleza--. Pretendemos creer que lo álgido del cemento y el metal que compone a las ciudades no es naturaleza? --Que hable el trabajo del hombre que por sí mismo es natural.
¿Acaso los dioses no nos abandonaron porque el peso que ejercen en las coronillas de nuestras cabezas aplasta y detiene el progreso, el cambio?. ¿Y hacia dónde nos movemos exactamente?. ¿El progreso se encuentra atrás de alguno de los cuantos muros celestiales, en algún ocaso de arco iris blanco y negro?
Estoy en una gran terraza, observo a una anciana, esta en su habitación: sus cabellos me los comería para absorver su juventud, su piel no percibe la presencia de mi vista. Se recuesta, su mirada se dirige a la muerte, cualquier cosa podría quebrantar la delicada piel de su alma: un balazo propiciado por el azar, la pobreza, la soledad de sus párpados. Su destino está enteramente en las manos de la naturaleza, de la naturaleza humana, de la naturaleza del barro...
<<Homohomini lupus>> <<El hombre es el lobo para el hombre>>. Y de pronto aparecerán muchos lobos con una bomba atómica en cada una de sus patas y con sus hocicos lenguados lamerán sus tierras, que dejarán de ser suyas luego de que sus consciencias queden en las alas de las aves carroñeras que merodean junto a los dioses del armazón de barro.
Sigamos intentando o no, es lo de menos, ¿podemos luchar en contra de lo que desconocemos?. No hay un sólo camino, ni varios, tan sólo no existen los caminos. Pero qué hombre o mujer o humano o cerebro o alma o arte o ciencia o casa o castillo o banco o pobreza o amor o sexo o dios aceptaría que la inexistencia lama su sexo sin permitirle llegar al orgasmo?
¿Y quién tendrá las respuestas, las ciencias exactas o el espíritu?
Tenemos las respuestas: verdades que naufragan en un oceáno de mentiras afrodisíacas. O mentiras que quedan varadas en continentes de verdades estériles.
Dios ahora habla a través del esqueleto de mi aparato electrónico, usa las melodías correctas en sus rimas y sigue arrojando rocas a las nervaduras de mi alma. Silencio es lo que le pido pero hace caso omiso a mi petición, comienza a gritar a través de la piel de la anciana que aún vislumbro desde la terraza --quiero morir con ella!
Una gota de sudor cae desde mi axila y pronto el sudor empapa el estupor de mi alma.
- Autor: Río Que flota ( Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2014 a las 03:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Mucha metafora filosofica de altura en tu hermoso escrito en prosa amigo Juguete...
Saludos de Críspulo
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