Helen

Franklin Gutiérrez

 

Como ha cambiado todo Helena

el lamento por la tierra que quedó a tu espalda
las iniciales sorpresas ante las altas
uniformes y despintadas torres del imperio
antes las anchas avenidas
ahogadas en grandes capas de nieve
ante los letreros
one way, no parking any time, quarters only.
La incomodidad del calentador
los pies chocando con la alfombra
que dormía delante de ellos
la marca en la rodilla izquierda
de cuando la escalera eléctrica
se desplomó ante ti.

 

Ya no más carta familiares Helena
ahora te atrae la grandeza del museo Intrépido
ese portaviones que habita las aguas del Hudson
en el puerto de New York.
Solo te sorprende su grandeza
la historia de sus importantes hazañas guerreras
-como dicen sus guías-
su travesía marítima,
las millas náuticas recorridas.
Pero no has visto bien sus paredes.
Ah, sólo te sorprende su grandeza.
Sus paredes hábilmente decoradas
para ocultar las víctimas de ayer.

 

Ese inmenso barco que pasó un día por tu isla
a ver qué pasaba.

 

Como ha cambiado todo Helena
tu madre reclama que en tu última carta
faltaba a tu nombre la A final.
Y respondes que ahora es así
porque tu boyfriend americano te llama Helen
y dices a tus amigas que él se acuesta contigo
que se encierra en el cuarto contigo
que se desahoga contigo
pero nunca sale contigo
pues claro Helena
que dirán sus amigos de una morenita como tú.
Y la madre de él que vergüenza sentiría
ella no entendería tu inglés
menos tu español.
A ti nada te importa, lo encuentras muy nice
mejor que a los hombres latinos
que son muy machistas
y él se sigue acostando contigo
y sale con la otra, con la rubia americana.
No, jamás un hombre latino porque
y tu progreso.
Pero se te olvida
que cuando los latinos son machistas
los gringos son...excúsenme el suspenso.

 

Ay, Helen
que difícil se me hace llamarte de eso modo
así sin la A final.
Pero comprenderás mi afecto por tu familia.

 

Pedro -mi amigo-
hace tiempo te hubiera puteado
por confudir el progreso
con la estupidez.

 

Como ha cambiado todo Helena
el radio cassete, el control remoto
la washing machine, la diswasher
todo eso que nunca imaginaste
su existencia.
No más comida, fiesta
o letrina en tu vocabulario
now is party, lunch and toilet
baile de rock,
paseo por todos los Estados
y el abrigo de bisonte
que no guardas ni en verano.

 

Como ha cambiado todo Helena
y lejos muchos sueñan contigo
y esperan tu ayuda, mientras tú
planificas tus próximas vacaciones
a Tokío, París o Frankfort.

 

Cuando llegan las cartas familiares
las rompe antes de leerlas
because you think
they will ask you for money
y no puedes,
porque entonces tú que ya sabes
en que vas a gastar tus ingresos
de los próximos tres años.

 

Ay Helena, como te desespera
esperando la fiesta de Thanksgiving
y el día de Halloween.

 

Es increíble Helena

que tu partida de nacimiento diga:


Cabimota
sección de Jimayaco
entre mucha hambre y poca tierra
provincia de La Vega
a media vida de la civilización
República Dominicana.

 

Del libro Helen, 1986

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Comentarios +

Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Muy personal tu poema épico pleno de metaforas altisonantes hacia esa Helena que bien citas... amigo Franklin...
    Muy gratificante el paseo por tu portal...
    Saludos de amistad de Críspulo...
    El Hombre de la Rosa



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