Se hallaba acostada una pobre anciana
Pensando en silencio tal vez en los años
No. no pensaba en eso, para que negarlo
Si al verla sabemos en que está pensando
Solo ver sus ojos perdidos lejanos
Sus manos rugosas de brazos cruzados
La cabeza gacha como resignada
Un silencio inmenso existía en el cuarto
Y por el pasillo que venía del patio
Alguien que corría que venía gritando
Pero aquella anciana ya poco escuchaba
Seguía acostada cruzada de brazos
Pensando en silencio tal vez en los años
La cabeza gacha como resignada
Pero aquellos gritos de voz aflautada
Lograron de pronto que la pobre anciana
Alce la cabeza, brillo su mirada
Y en solo un segundo le brotaron lágrimas.
El grito de una nieta perturbo su calma
Gritando contenta, que venía a abrazarla
Abuelita vine cumplí la palabra
Mi papa me trajo y me dio un regalo
Para que te entregue el día de la madre
Y la pobre anciana recibió el regalo
De la nieta un bezo que mejor regalo.
15-10-201 h.c.L
- Autor: hector cesar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2014 a las 13:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 129
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Maria Hodunok., , Hugo Emilio Ocanto
Comentarios4
El mejor regalo que puedas entregar a un ser querido es tu amor amigo Hector...
Saludos de amistad
El Hombre de la Rosa
Me has hecho emocionar hasta derramar unas lágrimas. Es un emotivo y muy bien logrado poema. Cuanto aún hoy, extraño a mi madre. Quisiera poder darle ese beso que tu describes en los labios de su nieta. Gracias Héctor. Un sincero abrazo.
Bello poema has plasmado, poeta.
Un sentimiento de hijo, de padre, de un buen ser humano.
Uno de los mejores regalo para una madre: el beso de un hijo, de un nieto...
Mi saludo y un abrazo, poeta.
Hugo Emilio.
Muy bueno Hector.
Un abrazo
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