Después de todo la princesa se dio cuenta de que estaba enamorada del dragón.
Habían pasado años y años juntos, encerrados en aquel castillo contra su voluntad, a la espera de que algún pobre insensato acudiese a rescatarla y se enfrentara al monstruo para defender su honor.
El dragón, por su parte, nunca hubiese podido amar a otro ser de su especie... Le parecía infinito todo el tiempo que pasó mimando a la princesa y viéndola dormir.
Cuando finalmente apareció ese príncipe, del que tanto habían hablado todos, encontró, en lugar del castillo, un montón de escombros, cenizas y trozos de hierro fundido de lo que un día fueron unas enormes cadenas...
- Autor: Evonth (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de octubre de 2014 a las 18:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 257
- Usuarios favoritos de este poema: crazypoet, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Mucha filosofia en tus bellas prosas amiga y paisana gaditana Evonth
Un placer pasar alguna vez por tu portal...
Saludos de amistad...
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias compañero, tenga un buen día!
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