Es la madrugada.
Alrededor, mixtura de aires.
Tus ojos recuerdan viejos textos de sabidurìa.
No recuerdo haber amado asì.
Me acerco y sopla el viento
un arcano suave.
Tu voz queda rezagada frente a tu cuerpo
que se ofrece
y espera.
Afuera, los poseedores del dolor murmuran letanìas.
Vagos milagros en toneles de vidrio
esperan la palidez que adquieren los enfermos a su muerte.
No recuerdo haber amado asì.
Desnudo palabras atadas a tu cuello,
aquellas que no dijiste;
cavo trincheras en mi cuerpo
y
brota una alianza entre el vèrtigo y tu nombre
cuando solitario te siento partir.
Ahora irè en busca de apòstoles
que den al corazòn razones
de mi yo
deshabitado y sin anuncios.
Doblo mi corazòn sobre la mano.
Manejo nubes, las lluvias y los llantos.
Cae sobre los adoquines un viento noble y triste.
Unos perros ladran.
Yo camino hacia el apenas.
G.C.
Direc.Nac. del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de octubre de 2014 a las 12:14
- Categoría: Amor
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Muy bello tu poema de amor amigo Guillermo
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de Críspulo
El Hombre de la Rosa
Muy agradecido por tu opinión.
saludos, Crispulo
Guillermo
hermoso poema de amor, saludos amigo
Rosa Maritza:
agradecido por tu atención, va un abrazo para vos,
y otro para Venezuela.
Guuillermo
Paco te agradezco que hayas llevado a mi escrito entre tus favoritos.
abrazo
Guillermo
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