No es esto, quizás, sutileza alguna,
Si perdidamente enfoco tu ser,
Con los dolores de cabeza,
Al llegar de mis nostálgicas tertulias,
Sino el humano padecer,
De un corazón que en tu día
Hoy se vuelve a encender,
Y aunque hablar de tu amor materno,
Es a veces redundar y enloquecer,
Este verso es tuyo,
Porque no otra como tú,
Enjuagó mi llanto en sus tejidos de almidón,
Que luego al dios arrogante,
Pedía de mi contemplación.
Porque no otra como tú,
Conoce el misterio al cántaro sumido,
Que quiebra lo santo y perfecto,
Y hace que dentro de vuestro lecho,
Pueda aparecer en la creación de la vida un niño.
Porque no otra como tú,
Desvelada noches enteras,
Como barco que encalla en los muelles de madera,
Hasta que la flota llegue a su costado,
Y clave anclas a su vera.
Del mismo modo te amo y me amas,
Con ese amor inteligente,
Que no necesita de cizañas!
Luis Augusto 2014-10-18
- Autor: luis augusto romantico ( Offline)
- Publicado: 19 de octubre de 2014 a las 13:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu poema a tu madre amigo Luis
Muy grata la lectura de tus versos
Saludos de Críspulo
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