Estimados amigos de Poema del Alma: Debido a vicisitudes muy extensas de relatar me vi alejado de la página, hoy intento regresar, paulatinamente iré subiendo algunos poemas que ya publiqué, por lo que les pido paciencia, pues es por ahora todo lo que puedo hacer, gracias por vuestra comprensión.
Están las horas de la ilusión, de la esperanza,
aún no se acuna, aún se lo lleva (al hijo) en la panza.
A todo hay tiempo... y todo pasa.
Están las horas de la alegría... de la inocencia
(aún no se peca), sólo se juega y piensa
que todo es lindo, mucho se besa y se abraza.
A todo hay tiempo... y todo pasa.
Llega el momento que es tan temido: la adolescencia,
con mucho gozo... y muchas lágrimas,
se forma el hombre (o la mujer), y en el crecer
¡qué bueno es todo si es que se tienen
papá y mamá (en la misma casa).
A todo hay tiempo... y todo pasa,
yo ya pasé, estoy de regreso...
tú bien lo sabes... y yo lo sé.
Muchos errores tiene la vida (hay que culparla),
los accidentes y las pasiones... las ignorancias,
nadie es perfecto, sólo intentamos, y hasta logramos
(a pesar nuestro) crear afectos... todo a su tiempo,
pero se pasa (lo mismo) esto...
Algunas veces tuve la suerte de agradecer,
otros se fueron (tíos y abuelos) y no lo pude: estaba lejos,
pero no quiero que me suceda, ¡no otra vez!
Papá querido: te amo mucho, y hoy que los años
pintan de blanco nuestras cabezas,
quiero que sepas cómo te extraño,
¡ahora es el tiempo!, quiero decirlo
(antes que pueda pasarnos algo).
Tú ya me diste lo que es mi herencia:
estudio, escuela y cosas buenas que hagan mis manos.
(Un día dijiste: -“Que estudie, pero
que aprenda algo, algún oficio, por si eso falla”).
Tú siempre diste mucho valor a lo que decías,
y me enseñaste que un hombre debe tener palabra,
valor, coraje, tenacidad (hombría no es sólo usar pantalones),
y, cuando llega (que todo llega) que hay que probarlo
(le llaman “la hora de la verdad”),
sólo la pasan los que han logrado la integridad.
Tú fuiste un hombre muy ordenado,
la disciplina fue tu virtud, y me mostraste la voluntad
(todo te copio, es mi legado)... ¡Gracias, papá!
... (en este suspenso estoy llorando)...
Cosas terribles nos han pasado,
y aún separado mucha distancia...
se va la vida, papá, y no alcanza
ya para nada...
Viajan Colones, cruzan océanos,
las nubes juegan con los luceros,
las aves migran, y ahora recuerdo
que el hombre puso su pie en el cielo
(fue en nuestro tiempo, en los sesenta...)
Saca la cuenta, querido viejo...
ahora te dejo (llegó el momento).
- Autor: Raúl Daniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2014 a las 01:17
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando escribí esta carta, mi padre aún vivía. En la foto, de arriba abajo y en sentido de las agujas del reloj: Parados, mi tío Juan y mi papá. Sentados: yo, mi abuela (materna) que sostiene a mi prima Bety, al lado, mi hermana.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, jorgeluisotero, santos castro checa
Comentarios4
Una belleza y hermosura recordar los lindos tiempos pasados cuando la familia posaba endomingada para una preciosa foto para el recuerdo y el amor entre parientes... amigo Raúl Daniel..
Un placer leer tus letras...
Saludos de amistad...
El Hombre de l,a Rosa
Emocionantes versos llenos de musicalidad, amigo Raúl, en los que haces un repaso de la historia de toda la vida de una familia entre miembros de distintas generaciones. La preciosa foto es todo un compendio.
Un abrazo
( yo también perdi a mi padre)
disculpas por no comentar.
saludos.
Tu sensibilidad de poeta muy humano se pone de manifiesto en tu obra que nos llena de nostalgía. Tu padre tal vez esté junto al mío y desde allá nos esten mirando, amigo mío...
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