Ella estaba de espaldas, él llegó por detrás y le cubrió los ojos con sus manos; ella acarició las manos que la cegaban, la calidez y la suavidad de esas manos, no le dejaba lugar a duda, sin embargo, preguntó: ¿Eres tú, Manuel? Furioso, no pudiéndose contener, él saco su filoso puñal y lo hundió varias veces en la espalda de ella, quien cayó desangrándose al suelo; antes de exhalar un último suspiro, ella pudo ver el rostro de su novio José, quien la observaba con odio indescriptible. José huyó velozmente del lugar. La policía llegó y acordonó el área del crimen. En los noticieros apareció el portavoz policial, informando que el hecho se debió, a un simple ajuste de cuentas por lucha de territorio.
José Antonio Hernández R. ([email protected])
- Autor: jose antonio hernandez r. ( Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2014 a las 04:48
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Oh que fuerte !! Triste final, los ajustes de cuentas por celos, o lo que sea, son terribles lacras en la Sociedad, que por desgracia aún existen y pululan por barriadas, tu relato entra en ''novela negra'' de crímenes y misterios.
ISIS
Eso sucede todos los días en tu bella tierra amigo José
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de Críspulo...
El Hombre de la Rosa
Es un placer leer sus letras amigo!!!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.