Corre a ese mar y descúbrete en sus aguas
ofrécele a tu piel el fresco; el húmedo prodigio
-el verano es el tiempo avivado de una llama-
y antes, mucho antes
-tú, fuiste ardor sobre esa playa-
una invención, un haz de luz entre sus olas.
perdido en el extraño continente
no reencontrarás la semejanza
las viejas aventuras son después recuerdos y nostalgias
y gritas en la noche del mundo cualquier nombre
pero la costa no enumera nunca sus naufragios.
corre a ese mar y obtenlo
-entre los dedos puede aprisionarse la vida desgranada-
y entre los dedos reemplazarse la forma de las aguas
-porfiadamente deslizables-
corre a ese mar
hunde tu rostro, entrégale tu imagen a sus cristales rotos,
se hacen luces tus ojos en diciembre.
devuélvete a la plenitud de sales y de algas;
plenitud del sol sobre el instante
como si ya todo se hubiera deslizado
desde la ausencia hasta tu cuerpo no elegible
para hacer el amor sobre la arena
y sólo quedar en ese mar, contra ese playa
ofrecido al recuerdo.
- Autor: Rafael Amador Díaz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2014 a las 12:45
- Categoría: Amor
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu poema de amor amigo Rafel
Un placer pasar por tu portal...
Muy grata la lectura de tus letras...
Saludos de Críspulo
Gracias, muchas gracias Críspulo, es grato saber que mi poema le ha gustado ....
saludos
rafael
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