Así como al ego,
A los defectos
Hay que trabajarlos
Hasta simplemente callarlos,
Intentar sacarle provecho,
Su existencia no es inconveniente
Pueden estar presentes
Pero en lo profundo
Donde nadie los ve,
Callados y apagados,
Sin hacer acto de presencia,
Están en el interior
Pero no hablan,
Se les degolla la lengua
De esta manera solo convivimos
Con ellos mentalmente
Y no pasamos pena.
La madurez depende en gran proporción
Del lente con que lo mires,
Un buen pretexto es aceptar,
Gritar a los 4 vientos mis defectos;
He aprendido a no tener miedo
De mis sentimientos
De mis defectos
De mis pensamientos
De mis errores,
Eso es básicamente, en teoría,
Lo que mas me corrompe.
He aprendido que madurar
Es reconocer
Mis defectos y errores
Para luego aceptarlos,
Trato de buscarles el lado
sarcástico para sopesarlos,
Aprender a convivir con ellos,
Darles de comer pero
Que no engorden,
Que me susurren las respuestas
Pero sin hacer trampa,
Hacer de amigo y enemigo
Pero sin la hipocrecia,
El Soundtrack de mi vida
Pero sin volverse tema despertador,
Hacerlos parte de mi día a día
Pero no por arrepentimiento
Ni para desestirmarme,
Simplemente me ayudan
A ver y distinguir mis limitaciones,
Porque cuando conozco mis limites
Es allí donde puedo empezar
A inventarme formulas y ecuaciones
Para superarlos
Y si es posible,
Lo cual espero,
Sean una guia practica
De las cosas que no debo hacer.
De lo malo sacar algo positivo,
Y las virtudes,
Cada día mas fuertes y ágiles,
Capaces de hacerme ver lo invisible
Cuando parece que todo se ha perdido
En medio del monte y la tierra
En medio del cemento y las calles,
Mis virtudes son ángeles
Que me protegen
De los insultos y agresiones
De gente saturada de envidia
Porque me pensaban incapaz.
- Autor: Victoria Monsalve (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de octubre de 2014 a las 02:33
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 115
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Todos tenemos defectos amiga Victoria, nadie es tan perfecto como tu lindo poema...
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de Críspulo...
El Hombre de la Rosa
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