Ella, mujer pura,
jamás tocada por nadie.
Su cuerpo, virgen,
hermosa estatua de marfil
creada por excelentísimos dedos,
rogaba por unos besos,
y unas pocas horas de placer
Arde el fuego en su pecho
y no lo puede detener,
hurga secretamente
su cuerpo hasta dar
con la gruta del placer.
Se detiene allí un momento,
sus instintos le dicen que hacer,
sube y baja con sus dedos
la montaña, y sucumbe ante
ese desconocido placer,
que es descubrir esa guarida,
y de orgásmicas sensaciones
se retuerce una y otra vez,
de febriles ganas, de tener
a un hombre, que la pueda complacer.
Ella desnuda, ante este
sueño, despojada de toda
sensatez, grita por la fiebre
que le provoca sentirse viva,
y libidinosa como toda mujer.
Quiere eternizar ese momento
que sea perenne esa felicidad,
y bañar de humedad su cuerpo
con su lascivica verdad.
Ella, mujer pura, odió
esa castidad, pensó en lo
que se había perdido al no
darle a un hombre una oportunidad.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile 2014.
- Autor: APRENDIZ DE POETA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de octubre de 2014 a las 13:49
- Comentario del autor sobre el poema: CUANDO HAY COSAS DESCONOCIDAS Y QUE SIEMPRE LAS PENSAMOS MALAS Y CUANDO DESCUBRIMOS QUE NO LO SON, PENSAMOS Y RENEGAMOS DEL TIEMPO QUE NOS NEGAMOS A DISFRUTARLAS.
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 181
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, crazypoet
Comentarios1
Mucha fuerza y pasión en tu poema erotico amiga
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa
Siempre será grato leer sus comentarios.
Un fuerte abrazo a la distancia, respetado Hombre de la Rosa.
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