Allá estoy sentado al borde de un gran vacío
Contemplo inmóvil las rapiegas aves del olvido
devoran extasiadas el cadáver de un corazón
que perdió su latido a causa de este frío.
Trozos de mi corazón ahora son el alimento
de ese cruel monstruo que se viste de pasado
sólo espero sin piedad a ser devorado
hasta convertirme en los huesos del tiempo.
Mi alma se pierde en tu cruel precipicio
Pletórico en ensueños, sueños rotos
Sentado al borde de este olvido
De mi caída al infierno es el inicio.
Citlaltocani 07-082014
- Autor: Alfonso Vite (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2014 a las 03:03
- Categoría: Triste
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Muy bien amigo Alfonso, un gusto leerte.
bambam
Muy apasionado tu poema amigo Alfonso
Un placer pasar por tu portal...
Un abrazo de Críspulo....
El Hombre de la Rosa
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