En la nebulosa de mi mente
un día me sumergí
acompañada de la tristeza
y la soledad que me dejó tu partir...
Con lágrimas negras y amargas
traté de drenar mi dolor
evitando dar expresiones lastimosas
a todo mi exterior...
Se apagaron las luces y los sonidos,
el corazón se adormeció,
y con ellos se fugó
la inspiración y el tinte de escritor...
De la lucha interna
entre amor y desamor
pude resurgir al sol
y solo cicatrices recuerdan el adios...
Aquí estoy y deseo quedarme
sin volver a mirar atrás
permitiéndole a mi espíritu y a mi alma
con total libertad volver a fluir...
volver a soñar...
ESMERALDA
- Autor: Esmeralda (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de octubre de 2014 a las 13:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén,
Comentarios1
Un gusto y placer leerte amiga.
Pues si, hay que extender las alas y volar de nuevo, sin temores. El pasado quedó atrás, sobre todo ese ser que no nos merecía.
Mejor sufrir por haber amado que no amar por temor a sufrir.
Un fuerte abrazo.
Bendiciones.
Kavi
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