... Y en la noche, ver la sombra de la mujer amada, acercarse a la cama, sentándose en el que fue tu lugar por años, abriéndome los brazos a un pasado que no volverá a ser, vida ...
syglesias
Presenta
LA SOMBRA de la MUJER AMADA:
Ya no puedo acariciar tu cuerpo, reflejándome en tus hermosos ojos glaucos, escuchando tu suave voz, decirme al oído lo mucho que me amabas cada amanecer fuertemente abrazados pecho contra pecho, recibiendo el calor natural que tiene la piel, cuando deseosa ha esperado ansiosa su espacio de tiempo dispensado, para ser amada…
Ya no puedo acariciar tu cuerpo, solo imaginarlo desnudo, intentándolo pintar perdurablemente en la mente, si es que por divinos sueños tu bello rostro se dignara en notar mi recordada presencia, porque en verdad quiero estar una vez más contigo antes que la tarde languidezca agonizante entre lágrimas de tristezas…
Ya no puedo acariciar tu cuerpo, únicamente pensar en aquellos momentos que fueron nuestros detalles de amor, por aquellos dos seres amables que con un beso de enamorados en los labios se quedaron dormidos, no despertando más nunca juntos, solo viendo la sombra por figura de la mujer amada en el que fue tu lugar a la cama durante años.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 31/10/2014 01:30 PM.
Comentarios1
muy bello
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