Solía mirar el horizonte, para dejar escapar tanto ruido
creía mi alma inservible, soñaba con los demás
trataba de llegar donde no hay camino,
me importaban los sentimientos, las emociones
yo quería entender
Buscaba esperanzas, para avanzar en ellas
me afirmaba en miradas, por si o por no
las sonrisas me gustaban, la indiferencia me asustaba
tomaba atajo de soledad
yo quería entender
El ruido crecía, me rodeaba sitiaba todas mis salidas
abúlico fingía indiferencia, el pánico era yo
el hambre, el cansancio, la luna llena,
la primavera y la ausencia
me hicieron comprender.
- Autor: Pablo Mistral (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de noviembre de 2014 a las 11:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
Comentarios2
La esperanza debe prevalecer sobre los ruidos avasalladores. Si observamos bien y ponemos nuestra fe en ello, una lucecita puede brillar en el horizonte que solías mirar. Saludos
La esperanza y la fe son compañeras de camino para todo aquel que encuentra y cree en el amor. Entonces sueña y canta sus libertad, con amaneceres propios inventados a capricho. Saludos
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