Ayúdame, Dios mío, a vencer mi agonía
Porque estoy muy perdido en mi melancolía;
Una ayuda te pido ante esta decepción,
Estoy muy confundido con tanta soledad;
En mi fe yo confío, para ver la verdad,
Con mi pecho tan herido por roto corazón;
Ayúdame Señor, muéstrame la vereda,
Muéstrame aquel amor que todavía queda;
Hazme ese gran favor de enseñarme el camino
Y vencer un dolor que ya me está destrozando;
Una inmensa obsesión que me está colmando
Por la falta de amor, por solitario sino;
Si me ayudas te sigo y me entrego a tu amor
Sólo una cosa pido, -No quiero más dolor;
Si la noche se ha ido, que me alumbre tu luz,
No más llanto, suspiros, de un nuevo amanecer:
Esperanza y abrigo de algún nuevo querer
Que me muestre tu fuerza y aligere mi cruz…
- Autor: Raúl Gonzaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2014 a las 08:39
- Comentario del autor sobre el poema: Sextinas, alejandrinos AABCCB que semejan un ruego al Creador, para recibir un camino más ligero...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 275
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., El Hombre de la Rosa, rosamaritza
Comentarios4
La vida moderna está llena de duros retos, la economía, la seguridad, la convivencia respetuosa, la familia, el trabajo, la salud; debemos tener fe y mucha paciencia para superar tantos problemas que enfrentamos y que parecen emerger de donde menos te lo esperas; ánimo la amistad puede ser la piedra de soporte para llegar a la meta: nuestra felicidad...
Compañero de poemas, permiteme por favor decirte.
Jesús empezó con fuerza su Sermón del Monte, enumerando nueve felicidades relacionadas con cualidades que llevan a una persona al favor de Dios, con la perspectiva de heredar el Reino de los cielos. (Mt 5:1-12.) Se ha de tener presente que en estas felicidades lo que le aporta a la persona la bendición de la felicidad no es la situación en la que se halla debido al tiempo y al suceso imprevisto, ni los actos puramente humanitarios que pudiera realizar. La verdadera felicidad se deriva de aquellas cosas que tienen que ver con la espiritualidad, la adoración a Dios y el cumplimiento de sus promesas. También sufrimos cuando alguien nos decepciona, como cuando un noviazgo se rompe, un matrimonio se trunca, un hijo se rebela, un compañero es desleal o un amigo es ingrato. Ya que vivimos entre personas imperfectas y en tiempos complicados, las probabilidades de sufrir una decepción son muy altas.
Por lo tanto, podemos esperar con confianza el cumplimiento de la promesa que Dios hizo a través del profeta Isaías: “Voy a crear nuevos cielos y una nueva tierra; y las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón” (Isaías 65:17). ¡Qué maravilla saber que, dentro de poco tiempo, ya no nos angustiará el recuerdo de las decepciones sufridas! Con todo mi respetos.
Un abrazo de amistad poeta.
Gaviota Romero
Gaviota Romero, no sabes cuán me iluminó tu comentario, algo tienen los grandes Avatares que nunca se acaban de comprender; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
Raúl, me alegro mucho que como tú dice te iluminara mi comentario.
Gracias, a ti por leerlo y contestarme.
Deseo te valla bien.
Abrazo fraternal, mi amigo.
Gaviota Romero
Buen dia Raúl.
Otra vez tus letras son tristes, creo que somos muchos los que nos unimos a tu ruego al Señor.
Magníficos versos de súplica. EXCELENTES, POETA.
Cariñitos a tu alma.
María Hodunok, gracias por todos tus comentarios y por unificarte al ruego de una vida más ligera en pos de la felicidad; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
Muy bellas tus sextinas alojandrinos amigo Raúl
Un placer pasar por tu portal
Saludos de amistad de Críspulo
El Hombre de la Rosa
Gracias, mi gran amigo Críspulo, el placer es ser leído por todo un poeta de ayer, de hoy y de siempre; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
Es muy bueno tener clara cuál es la necesidad, eso está bien dicho en el poema; luego hay que pasar a los recursos: al ser una tarea tan grande como la paz y encuentre consigo mismo, luego esto es un asunto que tiene que con toda la disposición, con todas las fuerzas, con todo el corazón. Es un asunto que mucho podriamos reflexionar, pero es más acción: amar a Dios, amarse a sí mismo, amar a todos; sin condiciones, no obstante los resultados.
Mario Mena Mena, gracias por tus sabias palabras, la palabra clave de todo es el amor, con lo cual estoy completamente de acuerdo; saludos y un fuerte abrazo fraternal...
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