A Alexandra.
El eco de su sombra repercute en la memoria,
huyendo del naufragio, se hunde en el remolino.
Un viento de cristales dibuja en las paredes
silencios de crepusculos en fuegos transparentes.
Quemandose las manos alienta flores breves.
La casa aulla por los sexos crucificados
en ajuares olvidados en grises telarañas.
una mano extendida se convierte en desperdicio.
No teme ya la muerte,
habita la pradera montañosa
que oculta su borrasca.
Vamos,
tormenta de amanecer,
violeta presentida,
lajas de piedra, espejo y balas,
linterna de sueños
Solo... Solo..
El Dia cruza la calle
y lo atropellan tus miradas.
- Autor: Victor Aleid, (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2009 a las 02:38
- Comentario del autor sobre el poema: No se realmente porque escribè este poema, creo que es una pesadilla.
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 145
Comentarios1
Sí, este poema tiene algo de pesadilla. Los primersos versos son muy sugerentes. Me ha gustado eso de "el eco de su sombra". Es sinestésico.
Saludos, Víctor.
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