Plumas que bailan
trémulas entre
brazos de odio que sodomisan
céfiros y trinos.
Alaridos de infantes
cubiertos con dióxido de
carbono.
Corazones raudos y ojos
desorbitados. Pasos obscenos
que se avecinan, ebrios de
ignorancia y sangre.
Pizarrón roto,
resiliente,
rebosante de
impotencia y cólera.
Plumas con pecas
ruborizadas abrazan
un terreno tatuado con pasos,
lágrimas, gises fracturados,
recuerdos y rostros que no volverán.
Octavio Aldebarán Márquez.
- Autor: Octavio Márquez ( Offline)
- Publicado: 9 de noviembre de 2014 a las 01:46
- Comentario del autor sobre el poema: Me quedo abismal y vergonzosamente corto. Disculpen.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Un placer leerte!!!
Muchas gracias por tu tiempo en este humilde poema amigo 🙂
¿Por qué la disculpa?
Porque quiero describir un dolor que no puede ser descrito, y porque mi poesía es demasiado pequeña para dimensionarlo siquiera.
Lee mucha poesía, de quien sea, de preferencia de poetas actuales, así se creciendo. Y nada disculpas, sólo no insultes a nadie con tus letras.
Gran abrazo
bambam
Muchas y bellas metaforas personales amigo Octavio
Un abrazo de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
Muchas gracias por tu tiempo y tu comentario Críspulo. Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.