Me voy quedando acompañado,
y lo de siempre comienza a ser distinto.
No lo sabré nunca. Ven cerca.
Ven más. Veamos cuánto alumbras
mis ojos tan capaces de lluvia.
Te hablo desde siempre,
desde mi boca descontenta:
llénala quitándole sus preguntas
(no debería de estar vacía nunca).
Te hablo desde siempre,
desde agosto y desde el viento.
Te hablo desde el viento,
el tiempo dirá qué es lo que escribo.
Llena mis manos; llena mis ojos...
que a mi boca
le siguen quedando
demasiadas preguntas.
- Autor: Esperpento ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2014 a las 16:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
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