Soy consciente de que decidir expandir
la verdad de las cosas es tarea sobrehumana;
rasgar los folletos juveniles
y bramar en la noche cerrada, con luna de ojo-cínico,
con miedo al miedo de no entender tal sentimiento.
Vendrán muchos asegurando
que la demencia
era mi forma de vida; yo no diré nada,
estaré muerto y poco importará
mi loca definición de las cosas vivas
e inertes;
mas hubo noches –debo reconocerlo-
en las que mi alma salió de mi cuerpo:
Voló por montes de ida y por mares
de tempestades juveniles,
de dolores imperecederos.
Reconozco haber agarrado
una pistola de acero frío
y balas inciertas,
y haberla sujetado con la mano
fuertemente, hasta que el escozor huía
y me aseguraba a mí mismo
que valía la pena continuar viviendo.
…Fueron madrugadas sin destino,
madrugadas con ira, desamor y desasosiego.
- Autor: Alexander Vórtice (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2010 a las 04:39
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 125
Comentarios1
Debajo de ese surrealismo parece haber tanta realidad entrecortada.. pero bueno...
un abrazo
Sí, tal vez la haya... Gracias. Un abrazo.
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