Como suave brisa que sobrevoló mi cuarto,
tu presencia presentí a mi lado.
Inconsciente, somñoliento,
al abrir los ojos allí estabas, mirándome:
No pude moverme,
ni pude hablarte, no alcancé a sorprenderme;
aunque quise no pude abrazarte,
ni pude siquiera rozarte,
apenas pude imaginarme :
si eras un mago o un duende delincuente,
si querías transportarme o robarme,
o tal vez solo una traición de mi subconsciente.
Fuiste una visión pequeñita,
sentí tan cerca tu presencia sutil,
y al abrir los ojos ahora suspendido en el aire,
allí estabas, mirándome...
¿Qué te trajo después de tantos años?
¿Quién inventó el tiempo para que volvieras
en este minúsculo encuentro, soñando,
o soñado?
No pude decirte,
ni pude investigarte, menos preguntarte,
tampoco pude acariciarte;
aunque me esforcé no pude escucharte,
y cuando me pareció que tus labios algo decían,
mis ojos parpadearon
y en ese ínfimo segundo que creí atraparte;
una suave brisa recorrió todo mi cuerpo,
se llevó mi deseo,
y te esfumaste.
- Autor: José Memijos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de abril de 2009 a las 10:18
- Comentario del autor sobre el poema: Los recuerdos a veces vuelven en las noches convertidos en despertares
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 626
- Usuarios favoritos de este poema: ElviraCL
Comentarios3
Suele ocurrir eso, me gustó tu poema tiene algo que me hizo recordar. Genial poema.
Saludos y un fuerte abrazo Jose María.
Adrian
Uy los sueños no hecen vivir un momento en donde los recuerdos vienen a nosotros...
Muy hermoso tu poema...
Me encanto!!!
Te mando un SUPER ABACHO DE OSO DE CHUPER VICKY!!!
COon mucho cariñito...
La Poeta Negra.
Excelente! poema, buen ritmo. Lo disfruté,... te seguiré leyendo. Cálidos saludos. Luz
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