Te pienso mucho, te quiero,
Te abrazo suavemente por la espalda, mientras desprevenida
Miras un lugar queriendo evadir mis ojos,
Con mucha delicadeza paso mis manos por tu cintura
Hasta que lleguen a tu vientre;
Es muy probable que intentes zafarte, mientras yo lo impediría
Y te acercaría a mí, para que sientas el miedo en mi pecho,
Besaría tu cuello y al odio te diría todo lo que quiero,
Entrelazaría mis manos con las tuyas
Para repasar dócilmente todo tu cuerpo y
Giraría para estar frente a ti,
Sesgadamente me abalanzaría a tus labios,
Que esconderías, en tanto yo buscaría tu boca
Hasta lograr fundirme en un beso para conocer la gloria…
Ahí me despierto como en el filo de una montaña, con la alegría de tenerte en mis sueños y el miedo de no ser suficiente ante ti y pienso ¿por qué no ahora? ¿Falta algo? Tiempo quizá, mi corazón solo responde en cada latido que no debo luchar por lo efímero, sino por lo duradero y me recuerda que el tiempo es efímero pero lo que siento por ti nunca tendrá fin, pues nos encontramos sin buscarnos, no sé lo que sientas pero tú, tú te quedaste en mi por la eternidad...
- Autor: MF Cuayal ( Offline)
- Publicado: 19 de noviembre de 2014 a las 23:38
- Categoría: Amor
- Lecturas: 126
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermosa tu bella prosa de amor amigo Cuayal...
Un placer pasar por tu gratificante portal...
Abrazo de amistad y afecto de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
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