*Temüdjin
Pradera…
Escudriñé mi espada…
Miré mis manos vendadas,
Manchadas de sangre y polvo.
Mire hacia el horizonte…
La brisa acaricia eternamente
Las hiervas.
El silencio…
Contemplo...
A lo lejos, en mi recuerdo,
La guerra.
El cielo prepotente testigo.
La víctima, mi tierra.
Cierro mis ojos, y todavía
Puedo ver al enemigo.
-Las lágrimas esparcidas en el aire,
Por el golpe.-
Caí de rodillas y clave mi espada,
En tierra.
Besé el suelo por el que luché.
Y lloré…
Lloré hasta que el alba se puso.
Luego inmerso en el cansancio,
Pacíficamente dormí.
Como uno más de los cuerpos
Que yacían a mí alrededor.
Como uno más…
Fingiendo ser,
El dios de la guerra.
© Maximiliano Cabrera
- Autor: Evans (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2010 a las 19:48
- Comentario del autor sobre el poema: *Gengis Kan es el nombre que recibió tras ser entronizado como emperador de los mongoles en 1206.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
Comentarios3
Muy interesante tu poema.
con un buen desarrollo,
Muchos besos
Latima no saber el lugar donde fue enterrado puesto que aproposito su tumba no fue marcada. Quien sabe tal vez en algun momento le hubieras podido llevar este homenaje.
Buenisimo!!!
Un beso!
Transmite tranquilidad, y el tema es fuerte. Está muy bien narrado, y es diferente a lo que nos tienes acostumbrados. Como siempre me ha gustado. Un saludo.
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