Desde que ella no esta aquí
y no amanece conmigo
falta la voz que espantaba
el pensamiento sombrìo.
Y el propio espejo del cuarto
muestra un rostro que no es mio,
muestra el castigo del tiempo
en este cuarto amarillo.
Esta mañana temprano
aparece otro Francisco
y alguien que tiene de mì
facha de pena en domingo.
Desde que ella no està aquì
y no amanece conmigo
falta la voz que espantaba
el pensamiento sombrìo.
La gravedad del azogue
reside en la luz y el brillo.
por eso a apago la luz
para cubrirme de olvido.
- Autor: franciscolopezsantos ( Offline)
- Publicado: 21 de noviembre de 2014 a las 16:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy triste y bien rimado el poema que has escrito hoy amigo Francisco...
Un placer pasar por tu lindo portal...
Abrazos de amistad de Críspulo
El Hombre de la Rosa
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