Está claro que la hembra
a uno le da hambre
porque el hombre aunque no quiera es animal
que por la mañana va a la siembra
y trabaja hasta que le da calambre
y vuelve a casa con ganas
de ver televisión
porque la hembra de hacer el amor ni hablar.
Y viendo una teleserie
la mujer se relaja un poco
y el hombre que ya está loco
le acaricia el femur frontal
ella le dice no molestes
y el se suena los mocos
se toma un jugo de coco
y comienza a bufar.
En eso se van a la cama
cansados como dos lebreles
el hombre ya es un pelele
y ella ajena a su fiebre viral
le dice de un zarpazo
hoy día vino el cartero
trajo un millón de cuentas
y el se la manda a guardar.
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- Autor: Boni (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de noviembre de 2014 a las 10:46
- Comentario del autor sobre el poema: Escenas de la vida casi cotideana
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Todo con H de homenaje a tus belllas letras amigo Boni...
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
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