Hay miradas que recorren el cuerpo,
que lo hurgan como manos sedientas,
y lo averiguan, lo descubren,
lo desvelan sin ser tocado
y más aún
y más, y más...
Son miradas que manosean,
que saborean con el tacto,
con el pasar vano por los senos,
por los hombros,
por el pasar vano de otras manos
de otros ojos y otras manos...
Y así nos desnudan
y nos dejan huérfanos,
solitarios con el mundo,
reconsiderándonos,
reconociéndonos,
mirándonos frente a frente;
a veces perros, a veces gatos
a veces solo, a veces solos
solos y aveces.
Gracias a Dios las miradas no dejan huella
sino todos tendríamos marcas de una violación artística
o síntomas de una elocución penada.
Gracias a Dios
vos no me ves
cuando te miro.
- Autor: Ramirez Adrian ( Offline)
- Publicado: 22 de noviembre de 2014 a las 15:31
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Mucha belleza en tus hermosas letras amigo Ramirez Adrian...
Un placer pasar por tu portal...
Saludos de amistad de Críspulo...
El Hombre de la Rosa...
Amigo Críspulo, ¡cuánto tiempo! El placer es mío, un saludo desde la lejanía.
Muy bueno, muy maduro para tu joven edad
felicitaciones
Guillermo
Gracias amigo Guillermo, siempre intento dar lo mejor de mi poca experiencia. Grato de que te hayas pasado un rato por mi espacio. Un cordial saludo para usted.
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