Yo,
el que duerme por tus ojos,
el que corre por las eternas piernas que le prestas,
el que recita sólo aquellas estrofas aprendidas en remotos momentos:
ese romance que tuvimos con el preciso vino azul;
yo,
porque tus manos están hechas de leyenda,
vengo a tu sombra y digo:
no lloraré;
la fiesta ha terminado.
Nada vale la pena si estás tan lejos,
tiritando,
bajo los capiteles de la noche
o en los arcos claros de la mañana.
Dame la libertad.
La necesito.
Para construírte cerca de mi
he de buscar la tierra más desierta.
El mar más temeroso es un niño sobre sus olas altas,
y todos los misterios del mundo son más ciertos
cuando tu presencia llama.
Quiero estar cerca de tí
y a la vez lejano.
Te amo, todavía.
Un definitivo recuerdo nos sostiene.
G.C.
Direc. Nac. del Derecho de autor
- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de noviembre de 2014 a las 16:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 99
- Usuarios favoritos de este poema: rosamaritza, El Hombre de la Rosa, Isis M, , ADOLFO CESAR MARCELLO
Comentarios3
bello poema Guillermo querido abrazos y besos tqm.
quiero estar cerca de ti, y a la vez lejano
rosamary
Gracias, rosamary, por tus palabras tan lindas.
bss
Guillermo
Mucha belleza y amor en tus versos amigo Guillermo...
Un placer pasar por tu portal...
Un abrazo de amistad y afecto de Críspulo...
En Hombre de la Rosa...
Abrazo de amistad y afecto tmb para vos, Crispulo; y muy agradecido porque te haya gustado mi escrito.
Guillermo
Guillermo un placer leerle este miercoles.
Lindo poema
saludos
Isis
Gracias Isis, me encanto que te haya gustado.
saludos
Guillermo
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