La crueldad no ha existido
nunca en mí.
¿Me llamas cruel
porque no he cumplido
con mi palabra?
No han sido vanas palabras.
Te las dije, porque así lo sentía.
Sentía… tiempo pasado.
El presente, en este preciso,
ya no puedo decirte
lo que te he prometido.
Tratas de destrozarme el alma,
y lo logras, de tal forma,
que sí, así la tengo.
Alma destrozada
por saber que la cruel eres tú.
Si me juzgas cruel,
es porque tú
me has convertido en tal.
Me has contagiado el alma.
No me guardes rencor.
Tu vida y la mía,
deben continuar,
cada una por su lado.
No tendrás que soportar
la crueldad que dices tengo.
Ni tampoco yo,
tolerar la tuya.
Tal vez, ambos
seamos crueles…
y no queremos reconocerlo.
Tú donde estás,
yo donde estoy…
Intercede en almas nuestras,
Señor, nuestro Dios.
Nosotros somos los responsables
de lo que somos.
Cubre nuestras almas…
Y dulcifícanos…
Gracias, Señor.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 02/12/2014)
- Autor: hugo emilio ocanto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de diciembre de 2014 a las 00:28
- Comentario del autor sobre el poema: Una imaginación más, sin ser realidad. Espero disfruten, amig@s. Por ahora, en mis poemas propios, no acepto comentarios. Sí, en los de otros autores. Feliz martes a tod@s.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: , Marc Tellez Gonzalez, la negra rodriguez, kavanarudén, Winda, Maria Hodunok., Isis M, El Hombre de la Rosa, ger, alicia perez hernandez, lindaestrella
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